En el siglo XIX, la montaña de Larrún presentaba otro aspecto, efectivamente, vastos bosques cubrían sus laderas hasta unos 600 metros de altitud. Actualmente apenas quedan algunos restos diseminados. Hubo una lucha entre los pastores preocupados por aumentar sus pastos y también las actividades del hombre que provocaron progresivamente la deforestación. En la región se fueron instalando numerosas forjas, y bajo los hachazos de los leñadores, cayeron los robles centenarios de Larrún, así como otro tipo de árboles que sirvieron para construir los barcos que partían hacia mares lejanos.
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Las necesidades locales de madera para obras y para calefacción, y también las enfermedades de los vegetales hicieron estragos irreparables.
A los extensos bosques sucedieron un páramo de brezo, de aulaga, de retama, y ello, a pesar de los esfuerzos del Centro Nacional de Bosques, que varias veces intentó poner en marcha campañas de reforestación.
El agropastolarismo ocupa un lugar importante en la región y concretamente en Sare. Hay más de 20 grandes explotaciones y 40 pequeñas que tienen como actividad más importante la ganadería. Lo cual representa para el municipio:
* 1.100 bovinos criados para producir carne y leche,
* 11.000 ovinos para la producción de leche y corderos,
* 400 pottokas
A partir de primavera, algunos ganaderos llevan sus pottokas y ovejas de raza manex a la montaña a fin de que se aprovechen de estos extensos espacios y participen en su mantenimiento.
La manex: es una oveja de raza local, de cabeza negra o pelirroja. Son elegantes, con el pelambre blanco, caído y muy largo. Es una raza muy apreciada por su leche, con la que se elaboran los famosos quesos “ardi gasna”, (queso vasco de oveja). El resto de la producción, (corderos de leche, y ovejas de reforma), produce carne y patas de asar muy sabrosas).
El pottoka : (se pronuncia potioka) – Son unos robustos poneys típicos del País Vasco, la mayoría vive en total libertad. El pottoka de montaña es el que vive por lo menos 9 meses en zona de montaña. En general es un animal rústico y no pide mucho mantenimiento, su talla no sobrepasa 1,32 metros. El pottoka de prado o de deporte vive en contacto con el hombre, sus condiciones de vida son mejores por lo que tiene una talla superior,
Antiguamente se utilizaban para hacer contrabando, en trabajos mineros y forestales, también como carne para carnicería; hoy en día, estos poneys tienen una vida más agradable ya que se utilizan para montar. Desde 1971 el poney pottoka está reconocido como una raza para las caballerizas nacionales y su cría está reglamentada.
Es parte integrante de la historia vasca. Lo encontramos en la mitología en donde puede ser la representación de genios subterráneos, también en numerosas leyendas locales.
La leyenda del caballo sin cabeza – Zamari xuria
El caballo blanco sin cabeza aparece de noche por los caminos del contrabando en los Pirineos y en los alrededores de la montaña de Larrún. Las personas que vivían o trabajaban por esos parajes le tenían mucho miedo. La visión del caballo sin cabeza presagiaba la muerte o una desgracia inminente. El Zamari Xuria representa el espíritu del maíz, se simboliza con un bailarín en las fiestas de Zuberoa y de Guipuzcoa.