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1 – Obelisco de la emperatriz Eugenia

El 30 de septiembre de 1859, la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, decidió subir  a Larrún con algunos miembros de la corte. La expedición no fue a pie, sino a lomos de mulas. Las damas iban de dos en dos en las mulas, instaladas en sillas de montar dobles, lo que les obligaba a intentar equilibrar su peso.

Escucha la banda sonora :

 

Hicieron un alto en el camino en la planicie llamada de las tres fuentes, en donde se organizó un picnic preparado con manjares típicos ofrecidos por los habitantes de Sare. La emperatriz hizo honor a las lonchas de jamón, (Xingarra), y a la tortilla de pimientos y al pastel vasco, aromatizado con almendras. La historia también cuenta que bailó el endiablado fandango con el hijo del alcalde de Vera de Bidasoa.

Prosiguió la ascensión a la cima y los últimos metros los hizo a pie. Llegaron a la cima al anochecer, quedaron maravillados por la belleza de los paisajes! La bajada fue un auténtico calvario para las damas, se hizo a pie, a lomos de mula o en una especie de camillas improvisadas por los guías. Regresaron a la residencia de Biarritz tarde de noche.

En 1860, para conmemorar la ascensión de la emperatriz Eugenia de Montijo,  se erigió un obelisco de piedra arenisca de 5 metros de altura, coronado por un águila de bronce.

En 1940, el águila de bronce desapareció, se comenta que los alemanes la habrían cogido, era una época de recuperación de metales. El 30 de septiembre de 1993, fue sustituida por un águila de piedra.